martes, 1 de enero de 2013

No sé por dónde empezar a agarrar a Christina Hendricks

Esta actriz verdaderamente me ha impactado. No sólo por su enorme par de tetas, sino también por su rostro bello y frágil. Pareciera que nos entendiera cuando la estamos pasando mal. Estoy seguro de que es la esposa perfecta, y su belleza y ausencia son a la vez una alegría y una tristeza. Supongo que así es el amor como obsesión: no se trata de ella, una "diosa" como la llamarían los argentinos. Es un asunto de un propio dolor físico (del corazón y de las bolas) al saber que nunca uno podrá estar con una mujer como ella. Sin importar cuan bella sea la novia o esposa de turno.

Sabemos, por fotos publicadas hacia fines de los noventa, que los pechos de Christina no fueron siempre tan grandes. Se le acusó de agrandamiento artificial; pero yo parafraseo a Alfred Hitchcock: "es como si nos quejáramos de que en una pintura de naturaleza muerta, una bella manzana es muy harinosa, en lugar de dulce. ¿A quién le importa?"

Haciendo una analogía con guitarristas, Christina Hendricks es la "Hendrix" de la belleza femenina. El modelo a seguir, desear, admirar y esperar inútilmente. Tengo aquí una serie de fotos que espero les gusten:







Nuestra más reciente entrada de blog

Cuando Madonna era sinónimo de sexo, 1992.