2 de febrero del 2020. La noticia ya estaba circulando por el mundo: Un bicho mortal estaba esparciéndose por China y nadie hacía nada por detenerlo. Mientras tanto, se podía comer en restaurantes.
5 de febrero: uno de los primeros "memes" del tema.
Marzo del 2020. Se empiezan a multiplicar los memes y ya aparecen fotos de bellas enfermeras como agradecimiento a su ardua labor. Algunos memes, como el presidente de EE.UU. Donald Trump, tratan de minimizar la situación. Se empiezan a instaurar cuarentenas en todo el mundo.
Los chistes y chicas siguen llegando.
Junio del 2020. Se cierran restaurantes. Trump empieza a perder la cabeza. Y empezamos a buscar en nuestras viejas revistas Playboy algo que nos de alegría y consuelo.
Julio del 2020. Verano arriba, invierno abajo. La situación se va "normalizando" y los chistes no relacionados con el Coronavirus se van haciendo más frecuentes.
Agosto del 2020. El Rey de España se escapa, y en Rusia aparece la primera vacuna contra el coronavirus.
Septiembre del 2020. Muere Quino y se empieza a hablar de una segunda ola. El verano empieza a imaginarse como algo... próximamente inusual.
Octubre del 2020. Tik Tok alcanza su máximo auge. Y el año 2020 empieza a considerarse una reverenda porquería, como hace cuatro años lo fue el 2016.
Noviembre del 2020. Elecciones en EE.UU. con un Trump cuasi-golpista. En el mismo país, Black Friday llega y todo parece normal, pero con máscara. Los casos de coronavirus se disparan.
Diciembre del 2020. Empiezan los programas de vacunación masiva contra la COVID-19, junto con los de la gripe común. Aparecen los memes dudando de la efectividad de la vacuna, como si pudiera haber una opción. Se llega a fin de año después de haber aguantado una soberana paliza.
Febrero del 2021. La vida continúa y las vacunas, junto con los escándalos y controversias, siguen llegando.